Garantizar que la enseñanza de la causa y la cuestión Malvinas sea un contenido de estudios para los alumnos del sistema educativo argentino es complejo, imprescindible y posible. Lo inexplicable es su ausencia, es su olvido.

De acuerdo con los artículos 3 y 92 de la Ley de Educación Nacional 26.206 (2006), la causa de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur son contenidos curriculares para todos los niveles educativos:

ARTICULO 3º — La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación.
ARTICULO 92. — Formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones: (…)
b) La causa de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, de acuerdo con lo prescripto en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

Enseñar Malvinas genera no pocas tensiones educativas ya que propone enfrentarse y ahondar en la historia reciente, hechos que ocurrieron en un “pasado presente” de la sociedad argentina, atravesado por situaciones traumáticas y violentas que afectaron y afectan en forma directa a la memoria colectiva. Esto es, transitar lo que muchos expresan como “una herida que sigue abierta”; decir la guerra, decir las pérdidas, decir la violencia para profundizar en nuestra identidad y memoria.

“¿Para qué enseñar/estudiar Malvinas?”, ¿por qué no enseñarlo si es un contenido curricular?, ¿por qué no formó o forma parte de la formación docente?, ¿por qué (no) instalarlo en el aula? Nuestro proyecto “Pensar Malvinas” trabaja en una agenda que recoge, interpreta e intenta dar algunas respuestas a estas preguntas frecuentes. Desde el año 2012 atendimos a cómo instalar y sostener la enseñanza a favor de la “Memoria Malvinas” en las escuelas y los profesorados; cómo realizar prácticas significativas junto a los estudiantes; cómo lograr que las instituciones educativas lo acepten y se comprometan; generar propuestas didácticas sobre qué y cómo enseñarlo. Nos propusimos difundir el derecho que tienen los alumnos de todos los niveles educativos a conocer esta parte de la historia de su país, a acceder a la memoria que conforma un “todos colectivo”, habilitar el diálogo y la participación ciudadana con claros propósitos de implicancia de los estudiantes en búsqueda de vínculos con la comunidad.

Las efemérides del 2 de abril, 10 de junio, 20 de noviembre así como durante el año, se sucedieron en años de diversos proyectos, acciones y jornadas de difusión atravesados por la toma de conciencia de un neocolonialismo anacrónico y de la importancia de alcanzar una soberanía plena. Así, establecimos redes entre el alumnado, entre instituciones, entre docentes junto a los protagonistas de la historia -los Veteranos de guerra de Malvinas y familiares de Caídos- y la sociedad. En estas prácticas, comprendimos que, educativamente, “el olvido” es injusto, que se deben brindar las condiciones y oportunidades de conocer, de saber, porque cuando los alumnos estudian y participan, se interesan e implican activamente.

Para finalizar, este 2 de abril es distinto; en un contexto complejo de enfermedad y muerte, suspendimos la clase abierta planificada para todos los estudiantes en formación docente en el monumento de nuestra ciudad. En la imposibilidad de los actos conmemorativos y de acciones físicas que promueven la memoria de este día, escribimos lo siguiente:

“Queremos convocarlos a reflexionar por el día 2 de abril en el que conmemoramos en Argentina el Día del Veterano y los Caídos en la guerra de Malvinas. Queremos transmitirles, en este contexto tan triste y difícil, sin actos conmemorativos, sin posibilidades de llegar y dejar una flor o la presencia en el monumento de Malvinas o en el patio de la escuela, que todos juntos podemos unirnos para hacer una acción colectiva colmada de amor a nuestros país: Recordar.

Recordar a los que ofrecieron su vida en defensa de la soberanía de nuestro país, recordar a quienes volvieron, recordar cuánto dolor se derramó durante la guerra hace 38 años y posteriormente a ella, en la posguerra. Queremos transmitirles que recordar aparta la crueldad del olvido y nutre la memoria de los pueblos. La memoria colectiva es poderosa, nos permite a todos juntos participar de nuestra historia, repudiar hechos para que no se repitan y dimensionar la herida que causa en la sociedad. El 2 de abril no es un día más; el 2 de abril nos abraza, nos envuelve en un manto celeste y blanco de memoria. El 2 de abril es sensible a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas porque sentimos identidad y pertenencia. El 2 de abril nos recuerda que aún no tenemos soberanía plena y que debemos fortalecernos para poder recuperarla pacíficamente.

Las Islas Malvinas por derechos internacionales, por su espacio geográfico y ubicación en la plataforma submarina, por la historicidad de su legado, son argentinas. Las Islas Malvinas son tuyas, son nuestras, son el símbolo de un pueblo que repudia el olvido. Las Islas Malvinas son por siempre argentinas”.

* Licenciada Flavia Porto (UNSAM) y Licenciada Carolina Tarda (UNLU)