La normativa dispuesta en el marco de la Emergencia Sanitaria por la pandemia de coronavirus indica que para viajar en el transporte público -entre ellos los trenes- las formaciones deben hacerlo con pasajeros sentados, uno por cada fila de asientos.
Sin embargo, este miércoles Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, compartió una foto de un vagón del tren Sarmiento repleto de gente, situación que según expresaron se repite en las diversas líneas de trenes.
Sobre esta situación, LUJANHOY dialogó con Arnoldo Troncoso, secretario ejecutivo de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria y referente lujanense de la Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad.
En primer lugar, recordó que “hubo polémica por las fotos que nuestro compañero ‘Pollo’ Sobrero subió a sus redes de cómo viaja la gente en el Ferrocarril”. Sin embargo, apuntó que “es algo que nosotros sabíamos que iba a pasar desde que empezó esta etapa de cuarentena ‘administrada'”.
En ese sentido, sostuvo que “la polémica con el presidente de Ferrocarriles Argentino, Martin Marinuchi, no es menor ni se trata, cómo dice él, de que los trabajadores del Sarmiento no colaboramos. Marinuchi destacó la ‘colaboración’ de Sasia (secretario general de la Unión Ferroviaria) y de Maturano (secretario general del gremio de conductores, La Fraternidad), que consiste en ocultar los problemas a los que nos enfrentamos los ferroviarios en nuestros puestos de trabajo. Y es eso lo que le molesta al presidente de Trenes Argentinos”.
En esa línea, aseguró que “los trabajadores del Ferrocaril Sarmiento junto al Cuerpo de Delegados y la comisión ejecutiva de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste están haciendo respetar todas y cada una de las disposiciones que el propio gobierno ordenó. El servicio se presta cumpliendo las guardias mínimas necesarias para que el tren circule normalmente. De esta manera, todos los compañeros que no están licenciados por edad o por alguna patología que ponga en riesgo su vida, también están cumpliendo la cuarentena. Y solo vienen a trabajar los que son absolutamente necesarios”.

Aunque cuestionó que “también hemos tenido que lidiar para que nos entreguen los elementos de protección necesarios para hacer nuestro trabajo y que no estén vencidos o sean de tan mala calidad que no cumplen con su función. Lamentablemente, sabemos que no sucede lo mismo en el resto de las líneas ferroviarias y los trabajadores están expuestos al Covid 19 por la negligencia de una gerencia que quiere que todos los ferroviarios trabajen y la ‘colaboración’ de la conducción nacional del gremio que acalla los reclamos”.
“El problema no somos los ferroviarios del Sarmiento, el problema es que mientras el presidente Alberto Fernández dispuso la continuidad de la cuarentena -que nosotros estamos de acuerdo ya que es la única medida efectiva para cuidarnos- cede a las presiones de las grandes patronales (Techint, Madanes, Mineras y otras) de actividades no esenciales para que la flexibilice. Es como querer estar bien con Dios y con el Diablo. No se puede. Ahí está el problema”, enfatizó Troncoso.
Y añadió que “las patronales, tanto de actividades esenciales como no esenciales, violan permanentemente las disposiciones del gobierno. El caso más emblemático es el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que prohíbe los despidos por 60 días. Son incontables los casos de despidos, suspensiones y rebajas salariales que nos enteramos y salen a la luz”.
Por otra parte, recordó que “ayer escuchaba a Santiago Vera, de los trabajadores municipales, sobre lo sucedido con un compañero del Taller 1, un trabajador que debería estar licenciado por la patología previa que tiene desde que empezó la cuarentena. Además de quejarse que no tienen todos los elementos necesarios para hacer sus tareas de manera segura. Así no se cuida la vida de quienes tienen que enfrentar está pandemia. Casos de estos, nos enteramos todos los días”.
Por último, subrayó que “desde el sindicalismo combativo y desde nuestro espacio político, Izquierda Socialista, venimos reclamando grabar con un 10 por ciento la fortuna de los 50 millonarios del país y otro 10 por ciento a las ganancias de las 20 grandes empresas, bancos, petroleras, mineras, etc. que operan en el país”. También dejar de pagar la deuda externa y con esos fondos comprar todo lo necesario para el sistema de salud y sostener los salarios de los trabajadores y subsidios a los sectores populares”.