Convocada por organizaciones sociales, ambientales, políticas y gremiales, la jornada se realizó en la Plaza Colón e incluyó, entre otras actividades, una radio abierta y la lectura de un documento. “Nos movilizamos contra la depredación ambiental capitalista”, remarcaron. En Luján se sumaron reclamos concretos como la termoeléctrica, las obras en el río Luján, las fumigaciones con agrotóxicos y el basural a cielo abierto.
En Europa surgió en 2018 un movimiento juvenil llamado “Viernes por el Futuro”, encabezado por la joven activista sueca Greta Thumberg. Desde entonces, miles de jóvenes adolescentes, del nivel secundario en su mayoría, vienen convocando a huelgas escolares y protestas masivas exigiendo a los gobiernos tomar urgentes medidas contra el cambio climático. Y a ellos se han ido sumando diversos actores, tal el caso de organizaciones sociales, ambientales, políticas y gremiales.
Y este viernes, bajo el lema “Impulsemos la lucha y la organización contra la depredación ambiental del capitalismo”, se desarrolló una nueva Huelga Mundial por el Clima, que en la Argentina tuvo su epicentro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aunque también se sumaron muchas otras ciudades del país y Luján no fue la excepción.
En este sentido, en nuestra ciudad la jornada se llevó a cabo desde las 11 en la Plaza Colón y contó, entre otras actividades, con una radio abierta y la lectura de un documento. La actividad fue convocada por el Partido Obrero, Tribuna Ambiental, Izquierda Socialista en el FIT – Unidad, Ambiente en Lucha, Defensorías de Géneros, Venceremos – Partido de Trabajadores, Subversión y la Lista Naranja Roja de ADUNLu.
A los reclamos generales de la huelga, entre ellos el acuerdo porcino con China y los desmontes y quemas que se realizan a diario, en Luján sumaron el pedido por la “defensa y preservación de los humedales; por la clausura de la termoeléctrica contaminante; no a la rectificación del río Luján, por un debate público de las obras; basta de envenenamiento por fumigación con agrotóxicos y erradicación del Basural a cielo abierto”.
Al respecto, llamaron a trabajadores, jóvenes y todas las personas explotadas de Luján y del país “a la organización para impulsar un plan de acción para enfrentar y derrotar la depredación ambiental, que es una de las peores caras de la barbarie del capitalismo”.
Sobre la situación en nuestra ciudad, plantearon que “nuevamente los problemas ambientales adquieren una centralidad en Luján. Empezando por la cuenca del río Luján, donde se pretende realizar obras de ensanchamiento y rectificación en el tramo medio y bajo, sin estudios de impacto ambiental ni consulta pública, afectando directamente la capacidad de regulación natural de inundaciones que tiene el humedal, agravando el fenómeno de las inundaciones en la ciudad”.
“Estas obras se planifican aisladamente, sin considerar la cuenca como un gran sistema ambiental y considerando al río como un caño, al que se le pueden aplicar soluciones hidráulicas. No atacan, obviamente, las verdaderas causales de los desbordes del río que son el acaparamiento de tierras por las empresas desarrolladoras inmobiliarias, la existencia de canales clandestinos de los campos sojeros y la ausencia de una infraestructura urbana adecuada para una ciudad que fue construida y fundada a la vera del río, en medio del humedal”, apuntaron.
Por su parte, añadieron que a las inundaciones “se suma el preocupante aumento de las fumigaciones con agrotóxicos violando la normativa local vigente, generando graves problemas en la salud y recayendo la responsabilidad de las denuncias en las y los lujanenses, ante un gobierno municipal que actúa a cuentagotas”.
En cuanto a la situación de la termoeléctrica ubicada en el cruce de las rutas 6 y 34, cuestionaron que “fue un verdadero escándalo por parte de la anterior gestión macrista de Oscar Luciani” y afirmaron que “en la misma se han realizado pruebas de puesta a punto sin nunca haber sido habilitada legalmente. La reciente clausura de la central de Pilar ha vuelto a poner en agenda para que se cierre definitivamente la de Luján”.
En tanto, enfatizaron que “lo peor de todo para las y los lujanenses se sintetiza en el Basural. Verdadero foco de contaminación y enfermedades que desde hace décadas vienen padeciendo los vecinos. Mientras los diferentes gobiernos de turno sean vecinalistas, radicales o peronistas, han decidido mirar a un costado y mantenido este desastre ambiental que es el Basural. Por lo visto, el actual intendente Leonardo Boto (Frente de Todos) va camino a seguir la misma línea de inacción y complicidad que sus antecesores. El Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto anunciado recientemente por Alberto Fernández y Juan Cabandié tendrá el mismo destino, ya que no pueden ni quieren desmantelar el entramado negociado que genera la disposición final de residuos sólidos, los municipios, las empresas recolectoras y recicladoras y las cooperativas de trabajo, hoy en manos del gobierno actual”.
Nuestro distrito tiene una importante historia de luchas ambientales. En este sentido, recordaron a “la Asamblea de Vecinos y Organizaciones por el Medio Ambiente del partido de Luján, que junto con vecinos y vecinas de Jauregui en 2013 expulsaron del pueblo a la ultracontaminadora Curtarsa, y el gran movimiento de organizaciones sociales que le arrancó al Municipio de Luján la ordenanza para regular las fumigaciones con agrotoxicos (2011), entre otras batallas”.
Cambio Climático
En el orden global, manifestaron que para llevar a cabo esta lucha “motivos sobran. A nivel mundial los acuerdos sobre reducción de CO2 y otros gases de efecto invernadero, el Acuerdo de París (2015) y el de Kyoto (1997), no solo no se cumplen, si no que los países que más contaminan, EE.UU. y China retiraron su firma. Trump, apenas asumió en 2016, argumentó la salida de su país diciendo que ‘perjudicaba a la economía’. A esto se suman los incendios de bosques en Australia y en el Amazonas del lado brasilero y boliviano, de principios de año. En el primer caso debido al monocultivo de eucaliptus, especie muy inflamable que se usa para la producción de energía eléctrica y papel. En el segundo caso para extender la frontera agrícola y ganarle tierras a la selva para ponerlas a producir. La lista puede seguir con la permanente contaminación de aguas con todo tipo de desechos industriales, plásticos y residuos domiciliarios y electrónicos provenientes de los hábitos de consumo”.
La ONU, en su informe “Perspectivas del medio ambiente mundial”, elaborado por 250 científicas y científicos, pronostica que hacia 2050 la tierra sería inhabitable para la especie humana debido al cambio climático, si no se toman acciones urgentes para revertir esa situación.
Al respecto, las organizaciones que participaron de la huelga sostuvieron que “en medio de la pandemia si hay algo que no se detuvo fue la destrucción de los recursos naturales y la depredación ambiental. El Covid-19 es el resultado de las mismas, y la problemática se vuelve central. En Argentina no somos ajenas ni ajenos a esta situación. Venimos de la quema de pastizales en el delta paranaense, la quema de bosques en las sierras cordobesas, el rechazo al acuerdo con China por las megas fábricas porcinas y la enorme lucha del pueblo mendocino a fin de año pasado contra la mega minería contaminante a cielo abierto”.
A su vez, detallaron que “el proyecto de ley de impuesto a las riquezas propuesto por el gobierno de Alberto Fernández, prevé que un 25% de lo recaudado irá a financiar a las multinacionales petroleras que operan en Vaca Muerta, es decir subsidios para contaminar con el método de extracción del fracking. Claras muestras que tanto el gobierno nacional con los gobernadores y gobernadoras de turno, junto a las multinacionales son responsables de la destrucción y depredación ambiental en nuestro país”.
Por último, cuestionaron que el Plan Nacional de Políticas Ambientales anunciado por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, “no es mas que una lavada de cara en un momento donde la preocupación ya es parte de la agenda política, gracias a la luchas ambientales. Llama a ponerse firme con las corporaciones que privilegian la rentabilidad, y les dice ‘pícaros’ a quienes provocaron incendios para conseguir rentabilidad de sus campos. Ponen al cambio climático como el gran responsable de los problemas ambientales, y al mismos tiempo hablan de ‘ecocidio’, desconociendo su responsabilidad en la continuidad de las políticas extractivistas, que desde la década del 90 vienen arrasando los bienes comunes. Anuncian planes, mueven programas de un ministerio a otro, pero nada dicen de su responsabilidad en la ausencia de fondos y políticas provinciales para legislar en materia ambiental, en relación a las leyes de presupuestos mínimos existentes actualmente (bosques, manejo del fuego, etc.)”