1810- 25 de Mayo- 2022
La fecha Patria del 25 de Mayo de 1810, es una oportunidad para acercarnos al edificio del Cabildo de la Villa de Luján y reflexionar a partir de él sobre el significado de la fecha que conmemoramos.
Muchas veces pasamos frente al Cabildo demasiados apresurados o indiferentes, porque es parte de nuestro paisaje y andar cotidiano y no nos detenemos a admirar esta construcción colonial pampeano, testigo de acontecimientos que unen los hechos nacionales con Luján.
¿Qué es importante saber?
El Cabildo de Luján fue una institución creada en enero de 1756, luego que el poblado de Luján fuera declarado Villa (1755), comenzó a sesionar en casas particulares y su construcción fue terminada alrededor de 1800. Desempeñó su rol político, administrativo, económico, de inspección, vigilancia y seguridad, defensa de la población, celebración de festividades civiles, eclesiásticas y lo relacionado al interés público
¿Desde nuestra mirada a la Casa- Cabildo de nuestra Villa o a la institución como tal, podemos pensar y reflexionar acerca de la Revolución de Mayo?
Es un Monumento Histórico Nacional junto a la mal llamada Casa del Virrey, que era en realidad el Real Estanco de Tabaco y Naipes. Todo patrimonio habla de una época, de una realidad social, expresa ideas políticas, económicas, militares, cultura, vida cotidiana y nos permite elaborar redes de los tiempos que indagamos.
El Cabildo de Luján puede llevar nuestro pensamiento a 1810. Si esto lo unimos a los objetos del Complejo Museográfico provincial Enrique Udaondo (inaugurado como museo el 12 de octubre de 1923), no dudemos que allí se conserva el ayer y permite que cada uno, desde su propias ideas pueda interpretar un mensaje, que será renovado y nuevo según lo preguntemos desde nuestro presente. El patrimonio no cambia, se modifica la comunicación con nuestro contexto y pensamiento.
La Villa y Cabildo de Luján, no participaron directamente de los acontecimientos del 25 de Mayo, pero sí en su relación posterior.
Enrique Udaondo en su libro: Reseña histórica de la Villa de Luján, escribió que el Cabildo de Luján recibió una circular del gobierno patrio, enviada a los cabildos del interior, fechada el 27 de mayo, en la que se comunicaba los fines de su instalación con algunas proclamas. En ella pide el reconocimiento y jura a la instalación del Primer Gobierno Patrio que era la representación legítima de un nuevo gobierno.
¿Qué actitud tomaron los cabildantes de la Villa de Luján? Señores Esteban de Torres, Francisco Rocha, Andrés Migoya, Estanislao José Aguirre y Manuel Ramón de Basabe: prudencia y cautela, buscaron asesorarse, estar al tanto de lo acontecido, para después proceder. Luego de conocer los acontecimientos de Mayo y la formación de la Primera Junta de Gobierno, en la sesión del 2 de junio, se reunieron y expresaron el obedecimiento a la Junta y mandaron celebrar una misa cantada con Te Deum , invitando a los vecinos de la Villa para asistir.
Udaondo escribió: “Debemos hacer constar que esa fue la primera respuesta que tuvo la Junta de un pueblo del interior, si bien es cierto que era el más próximo”. Esta fue una razón, la proximidad con Buenos Aires.
A partir de 1812, el cabildo de Luján fijó la conmemoración del 25 de Mayo, cumpliendo una orden que llegaba del Superior Gobierno de Buenos Aires. En la Villa la celebración se efectuaba el 24 de mayo a las 4 y media de la tarde con un Te Deum, y el 25 a las 10 de la mañana con una misa Solemne y se concluía con un Te Deum: a estos actos debían asistir los cabildantes.
El Alcalde por bando debía anunciar al pueblo estas celebraciones y pedir a los vecinos que las noches del 24 y 25 de mayo iluminen sus pertenencias bajo la multa de 4 pesos al contraventor, los que se aplicarán a gastos de esta celebridad, así mismo se ordenarán el cierre de las casas de trato y tiendas y canchas durante el Te Deum del 24 y acción de gracias al Todo Poderoso en la mañana del 25, bajo multa de 25 pesos a contraventor (si reincidiera se lo castigará y tratará como enemigo de nuestra causa (…) Quince días antes se debía enviar estas noticias a los Alcaldes de la Santa Hermandad que tenían a su cargo los pagos bajo la autoridad del Cabildo de Luján y pedir que dentro de sus jurisdicciones se realizaran también estas celebraciones y la iluminación de sus casas y lugares principales.
El cabildo de la Villa también se iluminaba con candiles y en muchas oportunidades se realizaban juegos en la plaza Real, hoy plaza Belgrano. Más adelante se unirán a esta conmemoración los bailes en la planta alta del cabildo, reuniendo a los vecinos más importantes del lugar, mientras el pueblo bailaba en la plaza, y los negros esclavos al fondo de la actual calle Francia. Hacia 1870 eran fiestas populares, se realizaban carreras de sortijas, palo enjabonado, toda clase de juegos de suerte, fuegos artificiales.
El 25 de Mayo, en el espacio del Cabildo de Buenos Aires y en la plaza( hoy Plaza de Mayo), nació un proceso, una etapa, un camino, que no fue el fruto de un plan previo, planificado, pensado, confrontado, sino la consecuencia de los hechos que ocurrían en Europa, la caída del Imperio Español, el cautiverio del Rey Fernando VII, el triunfo del Emperador francés Napoleón Bonaparte, la disolución de la Junta Central de Sevilla. Los criollos, comenzaron a actuar, sin saber bien hacia donde dirigían su destino, contra quién iniciaban la oposición. La guerra definió los bandos. Comenzó sí en el recinto del Cabildo una forma de hacer política: discutir, confrontar, deliberar. En este caso fue a través de un Cabildo abierto, aunque participaran sólo los “vecinos”, la élite. Luego se abrió esta política a los pueblos del interior.
Los hombres de Mayo dieron una respuesta de necesidad ante los sucesos que ocurrían en España, a la caída de la monarquía española y a la falta de representatividad del Virrey. Pensada, proyectada o no, el camino comenzado ya no tenía retorno, las guerras de la independencia, la declaración de la independencia el 9 de julio de 1816, el fracaso de las Constituciones de 1819 y 1826, las guerras civiles, constantes en nuestra historia y la Constitución Nacional de 1853 que organizó el Estado Nacional es la continuidad del proceso de Mayo de 1810. Propusieron un cambio, terminó el gobierno de un Virrey y se organizó una Junta de Gobierno. Estos protagonistas de mayo tuvieron aciertos y errores, ideales, distintas concepciones políticas, económicas y militares.
Miramos al Cabildo de Luján, no fue ámbito de discusión en esos días o protagonista de la semana de Mayo de 1810, pero fue testigo de las noticias que se iban conociendo, de la época, del sentir de la campaña. Fue una institución política, deliberativa de nuestra historia local y a través de él se vivía lo acontecido en Buenos Aires y hubo participación al jurarse fidelidad y obedecimiento al Gobierno Patrio. El patrimonio que conserva el Museo,¡ sí! nos acerca a los actores y acciones de Mayo de 1810. El Cabildo y la plaza Real, hoy plaza Belgrano, convocó al pueblo de Luján en esta oportunidad y en otros sucesos. El devenir histórico es un proceso que no se detiene. Los espacios se transforman, pero la memoria del ayer se mantiene y debemos preservarla.
En mayo de 1810 se enfrentaron españoles y criollos, dos partes de una sociedad frente al espacio de poder. Se produjo la ruptura con el orden colonial, hubo cambios y permanencias, se iniciaron nuevas costumbres, se reestructuró el territorio, se crearon los símbolos nacionales, la Bandera nos identificó, aún sin tener las fronteras definidas, y la lucha entre el blanco y el indígena se mantuvo como espacio de límite entre dos culturas diferenciados y confrontadas.
El mensaje de Mayo tiene significaciones para nuestro presente: debate, igualdad, democracia, construcción, ruptura de viejas prácticas, cambios, participación, defensa de un camino de libertad. Recordemos las coplas populares de la época que valorizaban el trabajo en paz, la seguridad personal y de los bienes, la necesidad de la ley, el respeto por la familia.
Pensando en aquellas coplas y en los protagonistas de Mayo, los conocidos y los anónimos decimos: “Siempre hay soluciones posibles, en cuya búsqueda hay que perseverar. Esto nos convoca al esfuerzo y a la esperanza. Esfuerzo para tener esperanza y esperanza para esforzarnos más”.
Este puede ser un buen momento para visitar el Cabildo de Luján y pensar desde sus espacios la fecha que nos convoca.
¡Viva la Patria!
(*) María Teresa Tartaglia de Silvano, docente e historiadora de nuestra ciudad
Nota: los textos de opinión que se publican son de exclusiva responsabilidad de su autor y no expresan, necesariamente, el pensamiento del medio.