Entre tapa y contratapa hay un sueño, hilvanado en proyectos y sostenido en letras, con la fuerza para hacer de las palabras relatos asidos a la realidad y pintados de ficción.

Recorriendo la ciudad del hoy con la atención puesta en el ayer como nexo ineludible, Esteban viene creando historias escritas desde sus producciones bibliográficas, que ya son 5 y ahora, además, poner en escenario teatral uno de los cuentos que forman parte del último libro “Cuentos de terror”.

De allí, sale “Princesa Monga”, un cuento recreando aquella leyenda en torno al personaje que intrigó al público local y visitante, que en la década del 80 llegaba a la zona del parque de diversiones de nuestra zona histórico basilical.

“Estoy trabajando en un género que siempre me gustó pero no me había animado a hacer porque es muy complejo y es el género del terror. Así que me animé, hice cursos y estoy a punto de mandar a editorial este libro que está formado por mitos y leyendas que hubo en Luján”, nos contaba el autor lujanense en una charla de emotividad continua ante el hacer de la vocación, una realidad.

Y destacando aquellas leyendas como “El hombre gato”, la “Princesa Monga” del parque de diversiones, el mito urbano que consistía en dar tres vueltas alrededor del cementerio, el caballero de la plaza Colón, entre otros, decía: “Contar de nuestros orígenes, nuestras raíces, desde el género del terror, se puede. Porque cada uno de esos cuentos cortos hablan de diferentes momentos de nuestra historia de ciudad, de cuestiones culturales que se perdieron, entonces si un chico de estas generaciones lee el libro puede saber lo que pasaba en Luján. Y siempre aclaro que todo lo que es ficción nace de mí cabeza, tiene personajes ficticios, pero lo que sí tomo y trabajo es en los contextos históricos, hacer líneas de tiempo, respetar los nombres de las calles, comercios de época, después los personajes pueden ser imaginarios pero cuando lees te transportás a esos tiempos que existieron”, señalaba remarcando que “Cuentos de terror” tiene 103 páginas y posiblemente en octubre ya esté editado.

Los caminos que se unen

Las letras siendo palabras, las palabras haciendo relatos y esas postales de ficción y realidad, con dimensión concreta de personajes y sonidos. Todo, sobre escena, donde todo, justamente, es posible cuando el arte teatral cruza un proyecto: Princesa Monga entonces, llegará al escenario del Teatro Municipal desde el inmenso aporte artístico del director, actor y docente, José Ithurrart.

“José es un talento increíble, pero rescato la humildad que tiene. Cuando yo iba a presentar el libro de la escuela Normal ‘Secretos de un aula’ lo convoco como actor y empezamos a entablar un vínculo, le cuento que había estado escribiendo cuentos de terror y le pregunto qué le parecía llevar al teatro al cuento de Princesa Monga, ahí me pide que se lo lleve creyendo que yo se lo iba a llevar con formato de dramaturgia y yo se lo llevé desde lo narrativo, como lo había escrito. Entonces me dice que hay que pasarlo a dramaturgia y me lo da para que se lo llevara en unos 15 días como libreto y bueno, ahí lo pasé y fue muy difícil porque el gran problema es que yo soy muy descriptivo entonces me costó mucho pasarlo a diálogo. Pero lo hice, se lo llevé y le encantó y me dijo que lo íbamos a hacer”, contaba Esteban con la fascinación de incursionar en el mundo teatral pero, además, de ser el autor de la obra, ser parte del elenco y tomar el rol de la producción de la propuesta teatral, incluida la siempre necesaria escenografía y los elementos de utilería que la componen.

De ahí que ya está con sus manos de escritor dejando de lado por un tiempo apenas las teclas, para construir elementos en madera, recortar telas, papeles, pintar y hasta buscar en los baúles del tiempo de conocidos y amigos objetos reales significativos de la década del 80, tiempo donde transcurre la trama de “Princesa Monga”.

“Es una obra que tiene una trama apasionante porque no es sólo un gorila como protagonista, sino que hay una historia detrás muy intensa. Va a estar actuada por grandes actores y actrices, dura aproximadamente 55 minutos, tiene 6 actos, mucho dinamismo, muchos efectos de luces, tiene algo de inmersivo, para que el escenario se traslade un poco al público para que los actores también involucren a los espectadores en una parte de la obra, eso es genial. El ‘Trinidad Guevara’ nos dio la oportunidad de presentar la obra allí y será el 6 de octubre. Pero además encontramos una fecha libre en septiembre que vamos a utilizar para hacer una presentación para escuelas”.

Hacer como ser

Como si no se pudiera dejar de lado, jamás, ese llamado vocacional. Así lo vive Esteban Pontaquarto que decididamente está haciendo y siendo.

“Tenés que arriesgar. Si te quedas sentado y dudas, no lo hacés y hay que arriesgarse y más que eso, en realidad hay que animarse, pasa más por eso, por animarse, son tiempos difíciles para quien tiene un comercio, para quien es sostén de familia, para el que escribe porque esto de escribir, de hacer una obra de teatro conlleva gastos pero bueno, son desafíos que llegan y los tiempos te van dando diferentes estrategias para ver cómo poder llevar adelante el trabajo y en mi caso -que es la literatura y ahora también el teatro – es para darle a la gente un recreo ante tantas cosas feas que suceden y me parece que darle la posibilidad de durante media hora de lectura o 50 minutos sentado mirando una obra de teatro, sea un momento de disfrute”, mencionaba el escritor, enmarcando en la importancia de la construcción del camino hacia lo que se sueña, este tiempo que vive y comparte desde el arte.

“Si la familia no acompaña, es muy difícil. No imposible, pero muy difícil. Cuando la familia acompaña todo fluye más rápido y yo tuve la gran suerte que mi familia siempre me acompañó y no solo eso, sino que están colaborando con lo que hago”, decía recordando el momento preciso para darle sentido de palabras escritas al camino de su vocación.

“Yo venía escribiendo desde chico, pero cuando ya me aboqué y dije ‘quiero escribir’ y hacer un libro, le hice un anecdotario en reconocimiento a mi abuelo, pero quedó ahí guardado en un CPU, en un archivo en un correo electrónico que saqué en pandemia, lo perfeccione y ahí conocí todo el mundo de la edición, que es una parte fantástica luego de escribir que venga alguien con la varita mágica y le de todo el formato, es increíble. Bueno, eso yo lo conocí en pandemia y de ahí cuando tuve ese libro en mis manos, entré en un mundo del que ya no quiero salir”.

Y de ahí en más llegaron, entonces “El Glosario del abuelo Mario”, “Pasadizo Sur”, “Pasadizo Este”, “Secretos de un aula” y “Cuentos de Terror”.

“Yo amo a mí ciudad y la amo en serio porque es una ciudad que me dio familia, amigos, me dio educación, estudié en una escuela pública y estoy orgulloso de ello, porque camino por las calles y siempre alguien te saluda. Y lo que puedo hacer yo para devolverle algo a mi ciudad, es escribiéndole. Entonces utilizo la ficción para agradecerle a la ciudad todo lo que me dio”, enfatizaba.

Ahí están los libros de Esteban Pontaquarto, mostrando recuerdos e imaginando situaciones lujanenses. Y ahora, un relato espeluznante pero sentido a la vez, hará crujir el escenario del “Trinidad Guevara”, cuando un gorila, la leyenda de la maldición y la colorida estampa de las risas en la zona ribereña de Luján, vivan y revivan desde “Princesa Monga”, dirigida por José Ithurrart, con un gran elenco y la pluma, la vocación y la decisión de siempre hacer de Esteban Pontaquarto.