Ahora, por ahora, hay muchos “cablecitos” que surcan a Nachín. Una cama que lo retiene y detiene sus días de juegos de infancia, pero hay alrededor muchos guardapolvos médicos como muchas nubecitas bien blancas que lo circundan y cuidan.
Y hay un sol que le ilumina sus días y que no se duerme de noche. Ese sol permanente es Zulema, su mamá, que le pinta el cielo lo más lindo posible mientras Nachín se recupera luego de haber sido trasplantado dado su diagnóstico de Atresia de vías biliares, que lo llevó a recibir parte del hígado de su hermano Ezequiel.
Esta historia de Ignacio Burgos la conocimos en febrero de 2020, cuando su mamá contó a LUJANHOY el problema de salud que padecía el pequeño y la puesta en marcha de una campaña solidaria con el objetivo de recaudar dinero para afrontar los grandes gastos de medicación, traslados y hospedaje en Buenos Aires.
Mientras que en enero de este año, Zulema volvió a contar a este medio la historia de su hijo y las necesidades urgentes de ese momento: “Cuando nació en el Hospital de Luján se puso amarillo. Le hicieron análisis, ecografías y me dijeron que lo haga ver en otro hospital con un hepatólogo infantil. No conseguía turno y me fui al Hospital Gutiérrez, a los dos meses lo operaron la primera vez. Su diagnóstico es Atresia de vías biliares”, detallaba Zulema Burgos en aquel momento.
Y agregaba que su pequeño de 4 años estaba desde 2019 en lista de espera del INCUCAI, hasta que luego de los correspondientes análisis y procedimientos se determinó que su hermano Ezequiel Green, de 26 años, donaría parte de su hígado en un trasplante que debía realizarse el 19 de enero pero debido a la situación de Covid se pospuso, para que finalmente se hiciera efectivo el 9 de marzo.
“La operación duró 13 horas y el donante, que fue el hermano, estuvo internado, luego volvió para hacerse el control de los puntos y está re bien”, relataba ahora Zuelma en este nuevo contacto con LUJANHOY.
A recuperarse Nachín
Estos días han sido difíciles y Nachín los afronta con sus ganas de hacer todo lo que quiere hacer un chico de 4 años.
“Luego del trasplante fue a Terapia, después lo pasaron a Unidad 9 de Inmunología y tuvo problemas con el drenaje, porque se le fue el líquido para la cavidad abdominal y le hizo un foco infeccioso y lo tuvieron que volver a operar. Aprovecharon también porque la vía biliar se le había lastimado en dos partes y le pusieron un drenaje más. Se fue recuperando de a poquito, comía re bien y ahora le pasó esto que se le desplazó un drenaje, levantó temperatura así que le hicieron ecografía, cultivos análisis de sangre y orina para urocultivo. El cirujano dijo que como ya estamos lejos de la fecha del trasplante, con una punción se puede sacar ese líquido que se le junta en la pancita”, recordaba.
“Cuando lo trasplantaron tuvo dos rechazos de trasplante, uno leve y el otro agudo, por eso fue que lo tuvieron que abrir sobre la misma herida. Estuvo bastante complicado, lo trasfundieron cuatro veces, tuvo hipertensión, luego se le inflamó un riñón, pero la peleó y la sigue peleando”, añadía esta mamá desde ese espacio que recorre de manera constante: alrededor de la cama de Nachín y desde ese lugar del amor, inmenso, inmenso.
“Venía re bien gracias a Dios, mejorando de a poco, se había preparado para una radiografía. Ahora hay que esperar, otra vez con fe”, manifestaba ante las instancias del día a día que, además, conlleva un gasto difícil de afrontar.
Por este motivo, hay una rifa en circulación para ayudar a Nachín y su mamá. La misma se sorteará el 16 de abril por Lotería Nacional y tiene como premios un Mixer/Minipimer en primer lugar, para el segundo un Voucher de 3.000 pesos en ropa de bebé y niño y el tercer premio, un juego de toallas. El valor del número es de 200 pesos y se puede abonar mediante Mercado Pago: nachito.burgos.mp o Cuenta DNI: coco.taxi.torre
Nachín está atendido, cuidado de manera profesional y humana en su estadía en el Hospital “Dr. Ricardo Gutiérrez” y en estos días ha habido una gran mejoría. Y claro, su gente lo sostiene con el amor indispensable para todo camino de recuperación, pero también podemos como comunidad solidaria darles un alivio para estos días.
Comprar una rifa es un buen gesto de acompañamiento. Mientras todos esperamos que Nachín se libere de los cablecitos y corra pateando una pelota.