La mesa se agrandó de tal manera, que ahora -y aunque no se sienten todos alrededor de ella al mismo tiempo- la cena es un momento compartido entre muchos, tantos, tantos, que de todas maneras no entrarían en un mismo espacio pero, hay otro espacio inmenso que los pone a la par y que invita a todos con golpecitos de latidos.
Ese corazón de Alexandra es quien los reúne y es su familia con sus latidos, quienes brindan esta posibilidad de una vianda para la cena, para aliviar la difícil situación y para sentirse, ante todo, tenidos en cuenta. Cocinan, entregan, alivian y reciben la satisfacción de haber visto y hecho algo por el otro.
En este caso, mucho! Y es que desde hace 7 meses funciona el Comedor Esperanza, en el barrio Padre Varela, surgido de la necesidad observada por una vecina, en primera instancia, viendo a los más chicos: “Todo empezó por querer ayudar a los chicos de la calle. Cuando empezamos con este trabajo tan lindo junto a mi familia, fuimos ala Terminal y al Hospital a repartir viandas y también entregando en mi domicilio, algo que hacemos hasta el día de hoy” nos contaba Alexandra que en el inicio de esta historia solidaria colaboraban con un grupo de diez personas y hoy asisten y comparten comida con 40 familias siendo un total de 142 personas.
“Empezamos con el sueldo que mi esposo, él hace changas de embalador en el mercado y ese es el sustento de las carnes y otras personas nos ayudan con mercadería no perecedera. Son muchas personas que ayudan con un granito de arena para que cada día lleguen los alimentos a cada persona -adultos y niños- es algo tan pequeño que llena tanto el corazón de poder hacerlo y lo hacemos con tanta alegría sin pedir nada a cambio”, decía Alexandra compartiendo su número telefónico ante la posibilidad de recibir donaciones y en especial, juguetes en esta campaña de Reyes: (2323) 621512.
“Todo se hace a pulmón, por eso toda la ayuda es bienvenida porque hay mucha necesidad como en todos lados, pero siempre hay que ayudar al prójimo, nosotros lo hacemos con lo que podemos, hay personas que necesitan de cama, colchón, frazadas y hoy estamos en búsqueda de juguetes para hacer felices a muchos chicos”, señalaba entonces esta mamá, esposa y vecina del barrio que en su domicilio cocina para poder entregar algo rico para las familias en situación de vulnerabilidad.
Ayudar a los que ayudan
Y claro, para continuar con la tarea solidaria, necesitan ayuda y aunque no fue relatado como un pedido, sí supimos que están con una cierta baja en cuanto a equipamiento: “En estos momentos estamos sin heladera porque se nos rompió, teníamos una viejita” decía.
En esa línea, señalaba: “Todo aquel que quiera venir al comedor, está invitado. Cocinamos de lunes a viernes, a partir de las 20 entregamos los alimentos que cocinamos haciendo fuego porque tenemos una olla muy alta y no tenemos dónde cocinar” y sumaba el deseo de toda la familia y del barrio, de poder conseguir juguetes para el día tan especial que ya llega: “Dios quiera que podamos juntar muchos. Para Navidad solo llegamos a darle a los más chiquitos, pero bueno esperemos juntar para todos por igual”.
Todos. Por igual. Esa frase cerrando la charla quedó como imagen y postal de la actividad elegida sin dudas, con el corazón. El Comedor “Esperanza” del barrio Padre Varela además del plato de comida que ofrece diariamente, ahora necesita juguetes, porque los Reyes quieren llevar alegría… para todos, por igual.