Este domingo, a 41 años de la Guerra de Malvinas, Luján homenajeó a sus Caídos y Veteranos. Fue ante un gran marco de público, en el Monumento ubicado en Avenida Nuestra Señora de Luján y Dr. Ugarte, donde se recordó a los Caídos en las Islas Malvinas y a los Veteranos de nuestra ciudad.

Además, se reconoció oficialmente como lujanenses a los Veteranos José Luis Galarza, Roberto Marcelino Caballero y Juan Efraín Peña, quienes se suman a la lista de fallecidos de nuestra ciudad.

Al momento de las palabras, el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Luján, Enrique Álvarez, emocionó a todos los presentes leyendo la primera carta que recibió de su madre estando en Malvinas. Eligió esta fecha para compartirlo públicamente con toda la comunidad.

La carta

Quiquino, hijo querido. Tenemos muchas ganas de verte y de estar con vos. No te das y nunca vas a poder imaginarte el dolor, la tristeza y la impotencia que como yo creo sentimos todos el domingo cuando fuimos a verte y ya no estabas ahí.

Es lo peor que me pudo haber pasado en mi vida. Te juro que ni cuando perdí a mis padres sentí tanto dolor como ese domingo que para mi será para no olvidarme jamás.

Hoy vuelvo a vivir al saber que estás bien y que si Dios quiere pronto te vamos a ver. Te escribo no solo con un nudo en la garganta sino también con los ojos llenos de lagrimas pero creo y estoy casi segura de lo que digo: no va a pasar nada. Tenemos que tener confianza y rezar también, y creer mucho en Dios.

Bueno querido. Recibí muchos besos de papá, Jorge, Mane y Alicia. También de Vivi, Zoqui y Gera, que tienen muchas ganas de verte. Te mando un abrazo grande y muchos pero muchos besos de mamá que te quiere mucho y tengo muchas ganas de verte. Chau hijo querido.

Homenaje a las madres

Tras leer la carta, emocionado por cada palabra de su madre, el Veterano sostuvo: “Hoy, además de homenajear a nuestros Caídos, quiero homenajear a esas madres que parieron a estos Héroes. Esas madres que jamás pidieron nada”.

“Esas madres que no quisieron traer a sus hijos muertos en combate al continente porque estaban convencidas, y hoy lo siguen estando, que descansan en territorio argentino. Esas madres que cuando volvimos fueron las que nos abrazaron como quien abraza a un hijo recién nacido, y que por muchos años tuvieron que soportar junto a nosotros el olvido y la indiferencia a sus hijos que lo habían dado todo”, agregó Álvarez.

Por último, remarcó: “Para todas ellas es este humilde pero más sentido reconocimiento porque ellas también fueron parte de esta historia”.