Sigue al frente, como ventana. Como fue siempre: aún enmarcado, pero sin límites. Como sostén de las palabras. Conservando la emoción de a trazos. El pizarrón sigue siendo para la docencia, el par infinito para la ilimitada posibilidad de aprender.
Y cada vez que un docente por siempre mueve manos, mira y ve, cada vez que se propone rayuelas nuevas para saltar desde la esperanza al logro y del logro a la nueva esperanza, entonces, el pizarrón vuelve a estar, como lo que es y siempre fue: una ventana.
Y con esa ventana abierta, están los docentes de la Filial Luján de la Asociación de Educadores Jubilados y Retirados de la Provincia de Buenos Aires dándole forma a la campaña para conseguir donaciones de artículos escolares que serán luego entregados en diferentes establecimientos educativos. Por eso una vez más y como hace ya más de 25 años, iniciaron el tradicional “Gesto Solidario”.
Acerca de esta propuesta que -objetiva y tan subjetivamente- llevan adelante, charlamos con Silvia López Arce, miembro de la Asociación, que desde el camino educativo en la vida nos detallaba: “Las personas que estamos en la Asociación de la Filial Luján nos separamos en comisiones y hay una comisión en particular que se llama ‘Gesto solidario’, en esa comisión hay determinadas docentes jubiladas y todas colaboramos y buscamos que más docentes jubilados o en actividad puedan colaborar, amigos, gente conocida, vamos ampliando el camino y la ruta del pedido”.
Y puntualizaba: “Esta campaña del gesto solidario creció hace más de 25 años, primero fueron voluntades que sumaron donaciones para el Hospital, para comprar insumos, para conseguir zapatillas, fue creciendo y en particular ahora está abocada a una campaña de útiles escolares para cubrir las necesidades de recursos de muchos chicos de muchas escuelas de diferentes niveles distintos de la comunidad de Luján”.
El listado es abarcativo de todos aquellos artículos escolares que se necesitan a diario, como cuadernos, hojas rayadas, hojas lisas, hojas número 5, lápices de colores, lápices negros, fibras, crayones, sacapuntas, tijeras, elementos de geometría, cartucheras, estuches que puedan servir para guardar los útiles escolares.
Y “mochilas -por ejemplo para Jardín, que no siempre lo pensamos y son imprescindibles-, delantales, elementos que puedan ser usados, que estén bien, en condiciones, que nos aseguremos que aquel que los va a recibir va a poder disfrutar de aprender a través del uso de ese recurso que los vamos a llevar a diferentes escuelas, no hay una sola que necesita porque la realidad no elige un servicio escolar, la realidad y las necesidades están en todos lados y todos los niños pueden necesitar algo, así que vamos a buscar quienes son aquellos que están intentando recibir un gesto”, manifestaba Silvia.
Las donaciones se reciben los días martes y jueves -por este mes de mayo- de 10 a 11:30 en la sede de la Asociación, Ituzaingó 169.
El abrazo que educa
El lazo afectivo que muestra ese camino de lo amable, la concreción de la mirada al otro, la posibilidad de la ayuda, el empuje para los logros, el acompañamiento amoroso, la educación también está ahí. Indispensablemente tiene que estar ahí. Y lo reivindican cada día, los educadores estén o no, en la actividad del aula.
“Las personas somos seres sociales por naturaleza y como educadores entendemos que si no nos preparamos para ser solidarios con el otro, para vivir en sociedad, no podemos conformar un mejor espacio de vida, por eso la abocamos a la solidaridad. No es pensar solamente en el ‘tenemos que dar’ sino pensar en lo que necesita el otro, no es dar por dar sino buscar qué es lo que necesita alguien para intentar desde campañas, desde gestos individuales, desde búsqueda de donaciones dar lo que el otro está necesitando no lo que nos sobra o lo que a mí me sobra o lo que le sobra a alguien, es averiguar qué es lo que se necesita y buscar esos recursos, desde ese lugar nosotros entendemos que la mirada está puesta en el otro”, decía Silvia clara e inmensamente comprometida con sus palabras y hechos.
“Como docentes entendemos que la función de un docente es ser mediador. Cuando estamos en la actividad, mediador entre el conocimiento y lo que la persona quiere aprender o necesita aprender, entre experiencias de vida o un camino que se está iniciando o un camino que podemos acompañar a la par. Somos mediadores y como mediadores en esta instancia en la que estamos trabajando desde un Gesto Solidario nosotros entendemos que no estamos al frente sino lo que estamos haciendo es mediar entre el que necesita un recurso, una ayuda, un acompañamiento, una mirada y aquel que puede darla, que tiene intención de darla y también entre esa necesidad y aquellos que no saben que existe, como mediadores en esta campaña solidaria nosotros intentamos que todos puedan abrir los ojos y ver aquello que no siempre están mirando”, remarcaba.
Si no nos sale ese ver, de esa manera, ahí está la docencia, mostrando. Ahí, ante el pizarrón que como ventana, se abre. Y escrita con la letra coqueta de siempre, aparece la palabra “solidaridad”, escrita, leída, aprendida y como resultado : hecha verdadero gran gesto.