Un justo homenaje a quienes nunca debemos olvidar

El 10 de mayo es el Día del Excombatiente Lujanense por Decreto 583-07, donde se realiza un justo homenaje a quienes nunca debemos olvidar: nuestros Héroes caídos en defensa de nuestra Soberanía. En especial, a nuestros vecinos que dieron su vida por la Patria: el Oficial Mecánico Civil Enrique Hüdepohl, el Cabo Principal Rubén Alberto Torres, el Piloto de Ultramar Jorge Nicolás Politis y a quienes regresamos de la Guerra de Malvinas.

El Día del Excombatiente Lujanense es una ocasión más en la que homenajeamos, reconocemos y celebramos a quienes realmente construyeron nuestra historia, comparten nuestro presente y seguirán siendo parte de nuestro futuro siempre.

Cuando hablamos de nuestros Héroes, lo quiero hacer en Mayúscula para que nunca quede chica esa palabra. Fueron los que defendieron nuestro suelo con el alma, el corazón, y en el caso de Rubén Torres, Enrique Hüdepohl y Jorge Politis, con su vidas.

Tenemos que seguir generando memoria sobre la vida y valentía de estos hombres. Los Héroes sólo mueren cuando se los olvida y esto en Lujan no debe pasar Nunca.

Honramos y homenajeamos a quienes dieron la vida por nuestra Patria. Hoy conmemoramos este día tan especial para Lujan recordando a nuestros caídos, homenajeando a todos los VGM y haciendo memoria y honor a nuestros más grandes orgullos Lujanenses.

A nuestros Héroes “los reconocemos todos los días”, los vemos caminar por nuestra ciudad, valoramos la gesta que hicieron, la vida que dieron y dan por nuestra Patria. Ejemplos en la posguerra muchos de ellos, eligieron ser una herramienta positiva para la comunidad, desde las organizaciones de VGM, otros participando en diferentes organizaciones de la comunidad, otros individualmente, pero la mayoría pensando en el bien común.

Debemos darle a este día una impronta diferente a la actual, Luján debe darse cuenta que es el Día del Excombatiente Lujanense y él por qué, cuáles fueron los motivos que llevaron al Municipio a declarar este día. Me gustaría que este día, en cada rincón de Luján, sea recordado, para que nuestra comunidad tenga testimonios de muchos Hermanos VGM.

Creo que autoridades de todo tipo, prensa, hijos, familiares, organizaciones, deben dar a este día un color diferente, porque hasta la fecha depende del Gobierno un acto pequeño, diría con un puñado de personas. Y creo que el motivo es que pocos saben de este Día.

Debemos trabajar al respecto, aprovechar que todavía muchos VGM caminan por Luján. Imagino que para cada VGM hoy es un día especial, donde quienes están al tanto de esta conmemoración llaman y saludan al VGM, con mucho respeto.

Quisiera mencionar a los familiares de caídos, en especial de Torres, Hüdepohl y Politis. Ellos soportaron en esta Argentina muchas veces sin memoria todo. Y digo todo, porque conozco la realidad. En plena guerra había campañas maratónicas por los VGM, todo era o parecía solidaridad, pero luego del regreso a los pocos meses el Olvido. Y los familiares sufrieron ese Olvido más que nadie.

La Bomba mató a su ser querido, cada familia lo vivió de manera diferente, pero estoy seguro que en cada casa pegó una Bomba también, nunca vi en 38 años a un grupo de familiares reclamando algo, solo algo. Y vi mucha injusticia, pero mucha.

Cuanta dignidad tuvieron y tienen: Tengo un gran afecto con todos ellos, pero mi relación con la familia de Enrique Hüdepohl está llena de respeto y amor. Se cuánto sufrieron y sufren, se de todo el proceso de identificación de nuestro Héroe. Y vuelvo a mencionar cuanta dignidad.

Entonces, sólo me sale decir “Gracias a Dios por permitirme conocer a muchos familiares a lo largo del país”. Siempre imaginé a mi Vieja, a mi Viejo, golpeando puertas si me hubiese convertido en Héroe como Torres, Hüdepohl o Politis.

Estoy feliz por este día, mi mente tiene siempre desafíos y este es uno de ellos. Los Héroes sólo mueren cuando se los olvida, y espero que en Luján esto no pase.

Cruces Soberanas (Poesía)

Qué mal hacen las guerras, qué mal hace recordar, pero es una obligación de buen argentino recordar a quienes nunca debemos olvidar, a nuestros hermanos caídos en defensa de nuestra soberanía quienes reafirman con sus cuerpos nuestros derechos, en el mar, en el aire y en la turba malvinera.

Cruces Soberanas en nuestras islas necesitaban la verdad, necesitaban localizar e identificar a nuestros hermanos; me parecía tan lejos, gracias a uno de los nuestros, a un conscripto sucedió.

Cruces Soberanas, de nuestras aguas soberanas, estamos los que volvimos para recordarlos siempre, siempre.

Cruces Soberanas blancas en la más absoluta soledad, cruces blancas cual mudos testigos de las heroicas acciones en defensa de lo nuestro que pueblan el silencio de las aguas australes.

Cruces Soberanas en aguas gimiendo en espuma, lloran a nuestros hermanos; aguas que saben de sus actos heroicos en nuestras islas usurpadas hace mucho tiempo, sin mediar derechos, sin mediar razones.
Cruces Soberanas que hoy comienzan a que todos tengan los mismos derechos, el mismo honor que nos cuenta la guerra.

Cruces Soberanas que aunque el tiempo quiera borrar el pasado, afloran a diario los recuerdos de ellos.

Cruces Soberanas, quién puede olvidarlas, hay madres, padres, hermanos, hijos que lloran y ahora encontraron paz.

Cruces Soberanas que siguen ahí, lloran con los vientos del clamor del frío, de ellos que lucharon por la patria y entibian los hielos con esa sangre derramada.

Cruces Soberanas, ellos las iluminan con la luz de la soberanía en paz, algún día llegará el fin de la contienda y ellos serán testigos del flamear de nuestra bandera.

Cruces Soberanas que los honran a ellos, los valientes argentinos, soldados de la patria condecorados por Dios, ellos, nuestros héroes.

Cruces Soberanas que están abrazando a nuestros hermanos, hace ya un tiempo que dejamos de vernos -solamente eso, de vernos- y hace ya un tiempo, allá, en otro invierno, mirábamos el mar, mirábamos lo eterno.

Cruces Soberanas que no comprendíamos o quizás no sabíamos, cuánto era la gloria, gloria a ellos, gloria que hoy yace a un costado nuestro en un lugar en el Sur, allá adonde el viento nos vio pelear la vida, juntos en el intento de soberanía.

Cruces Soberanas, hoy estamos lejos, lejos por el momento; la muerte es parte de la vida, pienso, hace ya un tiempo dejamos el mar, hace ya un tiempo que van al lado nuestro, porque hace ya un tiempo dejamos de vernos -solamente eso, vernos-.

Cruces Soberanas cuídenlos, acunen su tristeza, eran jóvenes; la patria, el combate, los convirtió en héroes eternos.

Opinión: * Por Marcelo Sánchez, excombatiente de la Guerra de Malvinas, director de la Gaceta del Veterano de Guerra de Malvinas y concejal del interbloque Frente de Todos.

Nota: los textos de opinión que se publican son de exclusiva responsabilidad de su autor y no expresan, necesariamente, el pensamiento del medio.